Aquella tarde, el viento corría lento, algunas hojas caían al suelo, otras volaban por el infinito, nuestro cielo estaba un poco opaco, ¡se acerca el invierno dicen las nubes!, con su interminable color gris, ese día… era un día dulce, a pesar de la helada brisa, a pesar del molesto sonar de los automóviles en la vía podía sentir…
…podía sentir la textura, el color naranja que tanto me gusta ver con los ojos cerrados, aunque a veces rojo, y a veces verde, podía fijar, fijar mi corazón en mis dedos, dedos que placidamente paseaban, como una cascada sutilmente disfrutando de contornos ciegos, suaves y dulces, fielmente reflejados en lo real, en la unión perpleja de el vértice de los rostros, desplazándome al fin y al comienzo de un vórtice penetrado por los colores mas intenso y las emociones mas bellas, cubiertas de dulzura, de una sonoriza bien lograda. De un corazón henchido de placidez y suspiros que provienen de algún lugar desconocido, mezclados con el dulzor de un perfume y una fría brisa que me regalo una intensa caricia en mi piel…luego de un sempiterno instante al abrir los ojos súbitamente por un descuido casual, descubro dónde estoy, un secreto lugar, que por unos minutos fue el lugar mas hermoso y calido posible de existir, vacilante muevo mis ojos por el horizonte y me encuentro con tu mirar efervescente el cual vislumbra un brillo acompañado de una expresión placentera, la cual es traspuesta por tu cabello y mis labios tímidos de sensatez frente a los tuyos…
martes, 28 de abril de 2009
(...)
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1 comentario:
Hay cosas que ni siquiera se tienen que decir..
Es percibir o..
Simplemente SentiR..
(K)
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